Por: Gladis Montserrat Padrón Bautista
San Miguel de Allende, Gto. 17 de abril 2023.- ¿Dónde estará Olga Adriana Hernández Flores, directora del Centro INAH Guanajuato que cuando le conviene aparece y acapara reflectores y cuando no, deja morir solos a los sanmiguelenses? Ya lo vimos con el templo de San Miguelito y ahora con los vecinos de la calle de Aldama, porque es de saberse que ante la plusvalía de las casas antiquísimas muy pocos sanmiguelenses viven en la zona centro de la ciudad, puesto que la mayoría de viviendas fueron vendidas para transformarlas en hoteles, restaurantes, bazares y otro tipo de establecimientos, pese a ello son pocas las personas que aún viven en la zona y por desgracia están pagando los desastres de la corrupción y eso, precisamente es lo que nos atrae al día de hoy, en específico a una construcción en la calle de Aldama en el numeral 14 que como tal ya quedo cuál cascajo y al parecer ahora intenta hacer lo mismo con los vecinos.
El INAH encabezado por la arquitecta Olga Adriana desde septiembre del 2021, fecha en que asumió el cargo, mantiene a la buena de Dios a los sanmiguelenses, la única ocasión que se le vio involucrarse fue en la rehabilitación de la calle de Juárez, será porque obra permaneció a la vista de todos, pero que tal ahora con la obra de Aldama a 9 meses de su arranque, los vecinos tienen que vivir entre martillazos y con el Jesús en la boca porque su casa se está cayendo, pues lo que comenzó con una cuarteadura, ya hasta parte de una pared de 100 años de antigüedad tiró.
El gobierno municipal, ya realizó las acciones a su alcance y conforme a lo establecido en el reglamento de la dirección de Patrimonio, donde constan denuncias por daños, invasión de metros cuadrados y la demolición de paredes procediendo a la clausura de obra con fecha del 15 de abril, a esta clausura le anteceden 2 ocasiones pero siempre regresan.
¿En dónde estará la corrupción? Siendo que al ser San Miguel ciudad Patrimonio de la Humanidad el INAH es la máxima autoridad ¿Acaso la señora Olga Adriana tendrá algún convenio con los dueños y desarrolladores de la casa de Aldama 14 o bien con el encargado de obra Juan Carlos Valdés Adalid quien junto a sus albañiles, más que remodelación cavan como si buscaran el tesoro de los cristeros? y muy al estilo de Poncio Pilatos ella “se lava las manos”.
¿Qué más tormentos tendrán que pasar los vecinos, para que los ojos de Olga Adriana y el INAH voltee a verlos ante la problemática? Ya fue una pared derribada, no esperen un techo o el cobro de vidas humanas para que el Instituto de Antropología e Historia ponga un alto y pase de ser un organismos inoperante en la ciudad que solo entorpece la vida de los sanmiguelenses a ser tal cual sus letras lo rezan.